Las colisiones laterales, comúnmente conocidas como «accidentes T-bone», pueden producirse en distintas situaciones. Los accidentes «T-bone» implican la colisión de un vehículo contra otro de forma perpendicular. Son especialmente peligrosos y pueden provocar lesiones graves. En algunos casos, estos accidentes se producen cuando un conductor que gira a la izquierda no cede el paso, lo que lleva a preguntarse quién tiene la culpa en un accidente por giro a la izquierda.
Causas comunes de los accidentes en T
Los accidentes por colisión en T pueden deberse a diversos factores, entre ellos:
- No ceder el paso a otros vehículos en una señal de stop
- Saltarse un semáforo en rojo o una señal de stop
- No ceder el paso al girar a la derecha o a la izquierda
- No ceder el paso a peatones y ciclistas
- Conducción distraída
- Conducir bajo los efectos de las drogas o el alcohol
Los accidentes en T también pueden provocar colisiones secundarias. Tras ser golpeado inicialmente en una colisión en T, un vehículo puede ser golpeado por otro vehículo que circula en sentido contrario. Si esto ocurre varias veces, las lesiones pueden ser catastróficas.
Lesiones graves
La posibilidad de impactos secundarios es lo que hace que los accidentes en T sean especialmente peligrosos. La fuerza de una colisión en T puede hacer que un vehículo gire fuera de control y golpee otros vehículos e incluso objetos. Una vez que el vehículo está fuera de control, los ocupantes corren el riesgo de sufrir lesiones graves. Si la fuerza de la colisión es suficiente, el vehículo puede incluso volcar por completo.
Otra razón por la que las colisiones en T pueden provocar lesiones tan graves es la gran proximidad entre el punto de impacto y el conductor y el pasajero del vehículo colisionado. Hay mucha más distancia entre tú y el parachoques delantero y trasero del coche, pero muy poca distancia entre tú y la puerta de tu coche. Esto se traduce en mucha menos protección en un accidente por alcance mientras giras a la izquierda que en una colisión frontal o trasera. Aunque muchos vehículos tienen airbags de impacto lateral y zonas de deformación diseñadas para absorber el impacto lateral, un coche o camión a gran velocidad que golpee el vehículo a un palmo del conductor o pasajero puede causar lesiones catastróficas.
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